Al hablar de movimiento craneal nos referimos al movimiento que se produce en las suturas y estructuras del cráneo y también a nivel de todo el sistema a través de las fascias y músculos. Este movimiento se percibe en las manos del Osteópata especializado en esta técnica después de haber
Desde el punto de vista científico no cabe duda de que las investigaciones llevadas a cabo por todos estos ilustres científicos tienen validez dentro del contexto y de la comunidad científica.
Proponemos, por lo tanto, de manera preliminar en este artículo, intentar responder a algunas cuestiones fundamentales que conciernen a la realidad de los fenómenos que rigen la movilidad relativa de los huesos del cráneo entre sí, al igual que su relación estructural y biomecánica entre las demás estructuras y su amplitud y correlaciones con otras actividades y funciones rítmicas humanas.
A. INVESTIGACIONES DE J.C. HERNIOU (Universidad de Compiégne. CNRS, 1986)
En el estudio de los módulos de elasticidad' dinámica y coeficientes de deformabilidad del cráneo aplicando una presión controlada y suave de (500 g) sobre el mismo en una sutura armónica, se arrojan los siguientes resultados:
- — Deformación de la sutura: 41,65µ.
- — Deformación del hueso: 25µ.
Se estima que el desplazamiento de una sutura tipo "bisel" implica una:
- — Deformación de la sutura: 25µ (fuerza aplicada sobre el bisel externo).
- — Deformación del hueso: 6,49µ (fuerza aplicada sobre el bisel interno).
En el desplazamiento de una sutura tipo "dentada", la deformación de la sutura es de 22,44µ.
Por último, respecto a la fuerza del líquido cefalorraquídeo (LCR), resulta ser de 0,4 N, equivalente a 40 g. La fuera es despreciable; el LCR no puede ser el motor del sistema, pues su velocidad de desplazamiento es muy lenta (1 cm/h).
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Conclusiones
1. Las estimaciones mínimas de movilidad de las suturas de la bóveda craneal bajo una presión de 500 mg son:
- — Sutura armónica: 41,5µ.
- — Sutura biselada: 6,5 p (presión sobre el bisel interno) y (presión sobre el bisel externo).
- — Sutura dentada: 25,5µ.
2. En función de la movilidad relativa del sistema, la influencia mecánica del LCR en los huesos y en las suturas es totalmente despreciable.
B. ESTUDIO DE ADAMS SOBRE LA MOVILIDAD DEL PARIETAL EN EL GATO ANESTESIADO (Michigan University, 1992)
El estudio de cuantificación de la movilidad parietal en la sutura sagital mostró las diferencias entre movimientos laterales y rotacionales de los parietales. La movilidad ósea estaba inducida por una fuerza externa sobre el cráneo o por cambios de presiones intracraneales:
- — Una fuerza latera) produce un cierre de la sutura sagital y la rotación interna de los parietales.
- — Un aumento de la presión intracraneal origina una abertura de la sutura sagital y la rotación externa de los parietales.
ESTUDIO DE J. UPLEDGER
En numerosas disecciones de cráneos humanos y de babuinos adultos, la esfenobasilar no está osificada, sino que hay un cartílago (uno de los especimenes humanos era mayor de 57 años). Existe una flexibilidad del hueso vivo.
Una tracción de 75 g sobre la parte anterior del frontal mueve la hoz del cerebro.
Esta organización podría favorecer ciertos movimientos de los dos huesos hacia el interior de la bóveda craneal.
F. ESTUDIO DE BILLAUDEL (CHRU de Reims, 1991)
Un estudio con sondas de grabación acopladas a computadoras mostró la micromovilidad del cráneo8. Su frecuencia era de 9,7 ciclos, con una amplitud de 20-50µ.
D. ESTUDIO DE L. ROMMEVEAUX (Facultad de Medicina de Bobigny)
: Las medidas de las presiones con captores mecánicos puestos sobre la glabela y sobre los huesos propios de la nariz pusieron de manifiesto oscilaciones de 0,08 a 0,2 Hz, es decir, 5-10 cpm.
E. ESTUDIO DE E. TAMBOISE (Facultad de Medicina de París Nord, 198S)
Su trabajo de histología/ expresó el desarrollo de la sutura parietal: existen sobre la tabla interna osteoclastos dispuestos en línea, cerca de la zona de actividad osteogénica. Los osteoclastos de esta zona presentan aspectos citológicos de actividad funcional particularmente importante, poseen bordes en "cepillo" muy grandes y fagocitosis relevantes de las células osteoblásticas. Se observa una asociación capilares-osteoclastos.
Estos parecen encontrarse en relación con el desarrollo del cráneo. Su localización sobre el borde de la tabla interna del hueso impide el cierre prematuro de las suturas facilitando así el crecimiento de la caja craneal, lo que explica la forma exterior de la sutura definitiva.
C. ESTUDIO DE J. M. NORTON (Universidad de Nueva Inglaterra, College of Osteopathic Medicine, 1991)
El estudio de las bases fisiológicas del CRI {Cranial Rhitmic Impulse o MRP) se asocia a la activación de mecanorreceptores cutáneos de la mano en la palpación de los tejidos del cuerpo9'12. Los cambios de presión que se notan corresponden a la suma de los ritmos cardiovasculares, respiratorios, linfáticos, etcétera.
Así se explicaría la palpación del MRP en la periferia del cráneo.
H. ESTUDIO DE E. RETZLAFF (Universidad de Medicina Osteopática de Michigan, 1976)
En los estudios de histología de las suturas se detalla su contenido: presencia de fibras nerviosas y de capilares arteriales Respecto al estudio de la movilidad de los parietales en el mono, se constata un movimiento de los parietales que no se relaciona con los ritmos cardíacos o respiratorios.
I. ESTUDIO DE BAKER (1970)
Un estudio de odontología'5 mostró la existencia de un movimiento intermaxilar rítmico (9 cpm) de 1,5 mm.
J. ESTUDIO DE P. GREENMAN (Universidad de Medicina Osteopática de Michigan, 1970)2325
Un estudio radiológico de las relaciones entre esfenoides y occipucio en 25 pacientes evidenció las desviaciones estructurales de flexión, extensión, lateroflexión, torsión, vertical y lateral ^strain^ descritas por Sutherland.
Greenman emitió la hipótesis de que el motor de los movimientos craneosacros estaba constituido por el diafragma y la respiración costal.
K. ESTUDIO DE D. KOSTOPOULOS Y G. KERAMIDES (1992)
En su estudio10 de los cambios "piezoeléctricos" para medir el posible alargamiento de la hoz del cerebro cuando se aplica una tracción anterior sobre el frontal, advirtió una repuesta elástica que aparece a partir de los 140 g de tracción. Con una tracción de 6-42 g, la hoz del cerebro se alarga 1,097 mm.
L. ESTUDIO DE M. LEWANDOSKI, E. DRASBY, M. ZANAKIS (New York College of Osteopathic Medicine, 1992)
A partir de su estudio utilizando marcadores infrarrojos y un sistema kinemático constituido por agudas de acupuntura clavadas en las suturas sagital y parietofrontal, demostró una amplitud de movimiento en las suturas del cráneo del orden de 245-285µ no solamente en relación con la maleabilidad del hueso.
Estos movimientos rítmicos se producen a un ritmo de 2,25/min, un tercio o 4 minutos.
M. ESTUDIO DE UPLEDGER Y VREDEVOOGD(1983)
Mostró en el mono la existencia de neuronas que van desde la sutura sagital, pasando por las membranas meníngeas, hasta la pared del tercer ventrículo.
Se emitió la hipótesis de un sistema tipo telégrafo que conecta las suturas y el sistema ventricular cerebral; el aumento de presión intraventricular se relaciona con una actividad tipo ^tretch reflex a partir del tejido conjuntivo y elástico íntersutural, así como de los plexos neurovasculares.
N. ESTUDIO DE F. BECKER (Departamento de Biomecánica de la Universidad de Michigan, 1977)
Estudió la hipótesis de que el CRI resulta de los escuerzos realizados por los músculos extracraneales y de las tensiones del sistema fascial, que se inserta sobre el cráneo, en respuesta a la fuerza de la gravedad y produce las fluctuaciones del LCR.
O. ESTUDIO DINAMOMETRICO DEM.ALTIERI (1974)
El estudio consistió en la medición de la amplitud de movimiento en rotación interna, inducido por la aplicación de un empuje con un dinamómetro sobre la es cama temporal en un punto cercano al borde superior. El bostezo sutural provocado es de unos 800µ a partir de una posición de rotación externa.
El experimento se basa en practicar un empuje dinamométrico en distintos puntos de la escama temporal, con un sistema de lentes, para observar el desplazamiento producido en el ámbito de la interlínea articular, desde la rotación interna máxima hasta la rotación externa máxima.
De esta manera, sobre cráneos de cadáveres frescos se analizaron las amplitudes posibles, así como los ejes de movimientos de los huesos temporal, occipucio y esfenoides.
P. ESTUDIO DE M. LECOQ
(Tesis doctoral en agronomía y fisiología animal aplicada. Universidad de Rennes, 1980)
Son los elementos meníngeos y membranosos interóseos los que Favorecen el retorno de los huesos del cráneo en la rotación interna, mientras que la externa se debe al aumento de presión de LCR.
En cuanto a las fluctuaciones de LCR, están causadas esencialmente por la respiración torácica, sobre la cual se calca su frecuencia y amplitud.
ESTUDIO EXPERIMENTAL DE LA MOVILIDAD DEL CRÁNEO
En este estudio nos referiremos a los trabajos de Viola Frymann, puntualizando que nuestro grupo de investigación prepara una experimentación por proceso óptico de tipo interferométrico. Con la ayuda de láseres conectados a un ordenador, pensamos obtener una imagen holográfica tridimensional, que afinando mucho (precisión del orden del micrón) los resultados obtenidos anteriormente nos dará la posibilidad de abordar analítica e instantáneamente este movimiento, relacionándolo con otros ritmos del organismo.
Con la ablación de la caja craneal en un paciente vivo, podemos observar varias clases de movilidades:
- - una movilidad sincrónica con las pulsaciones cardiacas.
- - una movilidad asociada a los cambios de presión unidos a la inspiración y a la espiración pulmonar.
- - dos clases de ondas rítmicas independientes de las dos precedentes.
Por otra parte, las posibilidades discriminatorias de la palpación humana permiten a los Osteópatas:
- - describir un movimiento en la cavidad craneal, que es asimilable a un modelo mecánico de repleción-depleción de una estructura semirrígida,
- - distinguirla de otros movimientos cíclicos palpables en este nivel.
Se pueden realizar varias anotaciones sobre las observaciones realizadas en las palpaciones.
El sentido del tacto, al igual que el del oído y la vista, cuando se contrastan con movimientos cíclicos o vibratorios, se somete a ilusiones en la percepción.
En efecto, el estímulo sensitivo se representa por la suma de dos presiones rítmicas de frecuencias diferentes, la percepción efectiva, función no lineal de la presión total, registrará oscilaciones ficticias cuyas frecuencias serán la suma y la diferencia de las presentes.
Por lo tanto, es posible registrar táctilmente dos ritmos, en los que uno será la diferencia y el otro la suma de dos frecuencias. Concluyendo, los movimientos rítmicos inducidos por la extremidad de los dedos del observador interferirán con los del cráneo del paciente, de tal manera que la sensación final podría ser solamente una frecuencia de batida que da una ilusión de movimiento propio.
Se ha previsto un estudio instrumental para eliminar este argumento.
EXPERIMENTACIÓN INSTRUMENTAL
Ha sido estructurada por etapas sucesivas que han determinado:
- - que el movimiento craneal existía.
- - que poseía una amplitud y un ritmo propios característicos.
- - que se le podía comparar con otros movimientos cíclicos del organismo.
Al principio se presentaron problemas técnicos. Se trataba de buscar unos aparatos que permitieran el registro de las amplitudes ínfimas y que evitaran o limitaran las interferencias de movimientos indeseables, como, por ejemplo, los movimientos de la cabeza producidos por las modificaciones torácicas durante las fases de inspiración y espiración, los movimientos involuntarios por la fatiga o por las variaciones de tono de los músculos de la nuca, concluyendo con las pulsaciones arteriales que se presentan en los tejidos del epicráneo.
Se decidió emplear para la detección transformadores diferenciales monta dos a la vez en serie y en oposición, para anular las informaciones sin investigar y duplicar las demás.
Las sondas de detección se fijaron por medio de un sistema de ajuste progresivo. Lo que entrañó, después de algún tiempo de contacto, un vaciado de la señal de los tejidos del epicráneo y la eliminación de las pulsaciones locales inherentes a las variaciones de presión arterial.
Los transformadores fueron de nuevo unidos a uno de los bornes de un oscilógrafo; el otro borne estaba unido sucesivamente a un neumógrafo y después a un pletismógrafo.
Para terminar, fue necesario realizar un soporte de cabeza y de nuca rígido muy confortable y nada elástico que se adaptase a la forma deseada.
Las señales representadas por la respiración pulmonar eran reducidas pidiendo al paciente que mantuviese una apnea sin ser precedida de una violenta inspiración anterior para no aumentar las tensiones.
RESULTADOS
Los primeros resultados han confirmado la existencia de un movimiento cíclico cuya amplitud es de 15 a 25 µm
Se han realizado unos tests significativos teniendo en cuenta las pulsaciones arteriales y la respiración. Con una velocidad de desarrollo de 1 mm/seg, un estrechamiento progresivo de los detectores a lo largo de las inhalaciones retenidas y los sucesivos registros han permitido constatar cronológicamente:
1) El ritmo sincrónico de la respiración, al igual que las pulsaciones arteriales;
2) Un movimiento distinto;
3) que este movimiento es más amplio que e! ritmo respiratorio que le precede y que le sigue.
Una segunda serie de registros establecidos simultáneamente con un trazado neumográfico con una velocidad de registro de 5mm/seg, confirma el desfase; el neumograma se sitúa por debajo:
1)Durante una interrupción respiratoria con una lenta exhalación mantenida;
Se observa sobre el trazado el retraso del MRP con respecto al respiratorio pulmonar, así como una expansión craneal durante la apnea.
3) Esta sección confirma el desfase de los trazados.
Un último estudio comparativo muestra el registro del ritmo craneal en relación con el trazado pletismográfico, determinando la variación del volumen de un segmento del miembro en relación con la variación del volumen de los fluidos que éste contiene.
El trazado pletismográfico se sitúa por debajo y la velocidad de desarrollo ha sido de 1 mm/seg.
El primer registro muestra que una disminución del volumen de un antebrazo coincide con una fase de contracción del movimiento craneal.
Los dos registros siguientes muestran la coincidencia de la máxima expansión craneal con los valles del escaso volumen del dedo medio izquierdo del paciente (durante una apnea), o de su antebrazo.
O bien de su descenso de la curva.
HIPÓTESIS SOBRE EL ORIGEN DEL MOVIMIENTO CRANEAL
Después de haber establecido la existencia física de este movimiento craneal llamado movimiento respiratorio primario (MRP) o craníal rythmic impulse (CRI). conviene determinar su origen y su función en el organismo.
Numerosos movimientos favorecen y coordinan las diferentes funciones del ser humano.
Interesa a menudo un aparato en su conjunto:
- - circulatorio: la pulsación arterial, generada por la actividad cardiaca.
- - pulmonar: los movimientos respiratorios que están en relación con la actividad diafragmática.
- - digestivo: el peristaltismo intestinal, uretral o vesicular.
Otros movimientos pueden ser debidos a células aisladas o a grupos de células especializadas, como las células de la reproducción: los óvulos y los espermatozoides, que tienen un funcionamiento autónomo y en los que la movilidad permite la fecundación, o ciertas células de centros nerviosos. Cada célula viva posee en realidad una movilidad y una periodicidad rítmica, auténtica respiración celular, cuya importancia se encuentra en relación con la actividad eléctrica (o diferencia de potencial) registrada a nivel de su membrana.
Ha sido imposible determinar un fenómeno de amortiguación de estas funciones, como la disminución del potencial eléctrico de la membrana que conlleva una disminución de esta amortiguación y permite que aparezca un ritmo espontáneo. Así, algunas células situadas en los centros nerviosos respiratorios del cuarto ventrículo muestran unas fluctuaciones de potencial de membrana cuyo ritmo está sincronizado con el de la respiración, pero es más lento que éste.
Las neuronas del centro vasomotor poseen igualmente una actividad tónica aparentemente unida a las ondas de variación de presión arterial (ondas de Traube-Hering).
Finalmente, los científicos soviéticos Naumenko y Moskalenko han establecido que el líquido cefalorraquideo transportado por todas las partes del cuerpo gracias a una red de conductos (las fascias), se mantiene por movimiento continuo, que a la vez está sincronizado con la actividad cardiaca y la respiración, aunque de ritmo más lento que éstas.
El cerebro es, por lo tanto, el centro de una emisión perpetua de impulsos destinados a mantener el equilibrio postura!, la homeostasis y la permanencia de todas las funciones que controla.
Su esquema rítmico global está reflejado en estas diferentes actividades celulares. Tiene una amplitud ínfima pero palpable en el cráneo y en todo el cuerpo:
- - gracias al LCR. que juega un papel de transmisión,
- - y gracias a la acción amplificadora de las membranas y de las fascias que se comportan mecánicamente como brazos de palanca.
Es evidente que el MRP existe- se ha registrado, se puede explicar y es el más fiel testimonio de que existe la vida: incluso subsiste unos minutos después de la muerte clínica. Por lo tanto, sobre este tema nos quedan preguntas que atañen a la sistematización de su importancia clínica, a las cuales nos esforzamos en aportar elementos de las respuestas cada día en la consulta. Esto será probablemente el objeto de múltiples estudios ulteriores.