Los médicos (pediatras) de pago y de la seguridad social, ya no sabían que hacer con la fiebre, el estado de mi hijo era insostenible y desde la medicina tradicional no sabían que hacer….

Estuvo una semana haciendo caca de color amarillo, por la noche respiraba por la boca, la piel desde que nació la tenía atópica. Me comentó el homeópata que esto era generalmente debido al efecto indeseable de las vacunas.

Resumiendo, mi hijo desde los 9 meses estaba todas las semanas en el pediatra, dándole augmentine, amoxicilina y así íbamos, “Según la pediatra el tema es que siempre tenía pus en la garganta”.

Mi marido y yo, desesperados decidimos acudir a la clínica Cedesna de Xátiva, la cual nos la había aconsejado un compañero de trabajo de mi marido el cual,  él y su familia se trataban con D. Ismael desde hacía mucho tiempo. El caso es que decidimos acudir, y al mes de estar con su tratamiento mi hijo había avanzado un 70%. No me lo podía creer, después de tanto tiempo. En un mes sólo tuvo una crisis de fiebre, y el cambio repentino en la alimentación no se hizo esperar, “estaba comiendo muy bien”. En el intervalo entre la 2ª y 3ª visita tuvo otra crisis de fiebre que le remitió con el tratamiento que me aconsejó D. Ismael y cada día se veía a Borja más normal, como tiene que ser… Al siguiente mes le apareció una anemia y D. Ismael me comento que este problema podrían ser consecuencias y trastornos asociados a los tratamientos anteriores que le dieron a Borja: antibióticos, aerosoles etc; nada, comentó. Así fue, en pocos días con el tratamiento agudo que le indicó,  mejoró de todo.

En la cuadrilla de amigos hay niños que les pasa lo mismo, siempre están con los aerosoles, antibióticos etc, tal y como estaba yo con mi hijo. El problema es que  no confían con los tratamientos naturales.

Yo,  si soy sincera, me esperaba una cosa más fría con el tratamiento, pero me gusto, la forma en que D. Ismael trataba a Borja, el ver que cada día iba mejorando. Borja tenía que dormir sentado porque se ahogaba con los mocos. Estar todos los meses en el hospital, ves al niño que pesa la mitad que los demás de su misma edad, un mes enfermo y otro también. Cuesta asimilar que si no le das antibiótico se va a curar, “si el antibiótico se ha inventado para eso”. Así que hasta que no pruebas y ves que tu hijo va mejorando no te lo crees de verdad, al ver los cambios no tuve la menor duda de que el tratamiento le estaba funcionando.

La última visita la tuve hace seis meses y mi hijo está fenomenal. Desde aquí, quiero agradecer a D. Ismael y su equipo lo que han hecho por nosotros.